La gran oportunidad de Ty Gibbs

Samuel Mateo Giménez 

    Cuando Ty Gibbs debutó con victoria en las Xfinity Series, ganó cuatro pruebas en su primer año (corriendo a tiempo parcial) y el campeonato en el segundo (el primero a tiempo completo en dicha categoría, sumando 7 triunfos más), se erigió como una de las mayores promesas de futuro de NASCAR, alguien destinado a hacer grandes cosas en la división principal, la NASCAR Cup Series, donde tendría que sumar victorias y pelear por campeonatos.

Gibbs atraviesa su primera crisis
Foto de Getty Images

    Su primer año fue decente, lo que se espera de la mayoría de debutantes. No consiguió ni ganar ni disputar los playoffs, pero es algo normal. De hecho, grandes pilotos que ya están contrastados en la categoría tampoco lo hicieron en su día, como es el caso de Kyle Larson, William Byron, Chase Elliott, Ryan Blaney, Tyler Reddick, Christopher Bell...

Gibbs, corriendo en Pocono en 2023
Foto de Getty Images

    El segundo año se vio una progresión, pues no ganó carreras pero al menos clasificó a los playoffs. Sin embargo, en la recta final de esa temporada tuvo una mala racha que se está prolongando ahora que entra en el tercer año, que se supone que sería el primer año clave de su trayectoria en las Cup Series.

Gibbs, corriendo en Dover en 2024
Foto de Getty Images

    Esto es así porque era algo habitual que muchos de esos pilotos jóvenes consiguieran su primera victoria en la NASCAR Cup Series en su tercer año a tiempo completo en la categoría. De los que hemos mencionado antes, bien es cierto que Blaney y Bell ganaron en su segundo año a tiempo completo, pero Kyle Larson ganó por primera vez en su tercer año. De igual modo, Chase Elliott y William Byron triunfaron por primera vez en su tercera temporada y, además, Byron siguió la misma progresión que espera tener Gibbs: media tabla el primer año, playoffs el segundo y victoria en el tercero. Esa misma progresión fue la que tuvo Reddick, que clasificó por primera vez a los playoffs en el segundo año e inauguró su casillero de victorias en el tercero. 

    De este modo, siguiendo la tendencia que suelen tener los pilotos jóvenes cuando llegan a la categoría, y viendo como ha sido la de Gibbs hasta el momento, este año debía ser en el que, por fin, lograse ganar por primera vez en la NASCAR Cup Series. Sin embargo, su estado de forma está siendo nefasto, algo que, como decíamos antes, se prolonga desde los últimos compases de la temporada pasada.

    Así, el año pasado abandonó en la Roval, acabando 35°, y luego no volvío a acabar entre los 30 primeros en ninguna de las tres carreras de la Ronda de 8 (30° en Las Vegas, 36° en Miami y 32° en Martinsville) ni en la carrera final de temporada en Phoenix (40°). Este año comenzó siendo 16° en Daytona, pero luego volvió a las andadas, siendo 32° en Atlanta y 34° en COTA. El pasado fin de semana iba camino de sumar un top-20, pero tuvo una avería en los frenos y acabó 25°.

    En total, entre las cinco carreras de finales de 2024 y las cuatro primeras de 2025, Ty Gibbs tiene una posición media de 27,22°, algo indigno para un piloto de Joe Gibbs Racing. Bien es cierto que hay veces que no es debido a él, como el pasado fin de semana en Phoenix, cuando tuvo una avería, pero también es cierto que había clasificado 34° y que en carrera fue el principal responsable de un accidente masivo en la recta trasera que dejó fuera a muchos pilotos.

La FOX expuso la mala dinámica de Gibbs
Foto de Eric Estepp (@EricEstepp17 en X)

    Lo que está claro es que el estado de forma de Gibbs es pésimo, impropio de un piloto al que se le presupone mucho talento. Encima, su bajón coincide con el gran momento de uno de sus compañeros, Christopher Bell, que ha ganado tres de las cuatro carreras disputadas este año. Mientras que Bell marcha segundo en la general, Hamlin es 7° y el recién llegados Briscoe es 20°, Gibbs está hundido en el 34° puesto de la general. Eso ha provocado que surjan voces que cuestionan la valía de Gibbs y la conveniencia de que esté en uno de los asientos de Joe Gibbs Racing en las Cup Series.

    Ahora bien, esta mamá situación puede ser una gran oportunidad, pues Gibbs está en disposición de salir de esta mala dinámica y reivindicarse de la mejor manera posible, que es ganar carreras y demostrar que está más que preparado para ocupar el asiento en el que se encuentra.

    A fin de cuentas, Gibbs sigue siendo muy joven (22 años) y ha tenido que hacer frente a situaciones muy duras (el fallecimiento inesperado de su padre la misma noche en la que se proclamó campeón de las Xfinity Series). En el plano deportivo, este año ha sido "víctima" de los ajustes de personal de JGR pues, con el ascenso de Chris Gabehart a director de competición de la escudería, su jefe de equipo (Chris Gayle) pasó a ser el de Denny Hamlin, mientras que él ha empezado a trabajar con Tyler Allen, un debutante en la categoría. 

    Además, ésta es la primera vez que ha estado en un mal momento deportivo. Hasta entonces siempre le había ido todo bien: cayó de pie en las Xfinity Series, ganó el campeonato y finalmente fue cumpliendo con las expectativas en las Cup Series. Es posible que no esté sabiendo cómo gestionar esa situación o que su nivel de confianza no sea el óptimo en estos momentos debido a ello. En ese sentido, el hecho de tener un jefe de equipo con nula experiencia en las Cup Series tampoco ayuda y, de hecho, vive en una situación similar, pues en las Xfinity Series siempre le fue bien y ahora es la primera vez en su trayectoria que le vienen mal dadas.

    Por tanto, hay que dar tiempo a este dúo para ver si remontan el vuelo y, juntos, consiguen que Gibbs vuelva a ser competitivo, de manera que vuelva a cosechar buenos resultados e incluso mejore los que ya logró en el pasado, pues es lo que se esperaba de él. 

    Curiosamente, el mismo año en el que Kyle Petty dijo que Ryan Blaney era el nuevo Kasey Kahne, el piloto de Team Penske silenció las críticas ganando el campeonato. De la misma forma, Ty Gibbs debe silenciar a las críticas, y la mejor manera de hacerlo es cortar esta mala dinámica y empezar a cosechar resultados propios de un piloto de JGR.

    Para hacerlo, ahora tiene ante sí buenas bazas. En primer lugar, esta misma semana, en Las Vegas, pues es un circuito en donde ganó en las Xfinity Series en 2022, y el año pasado fue 5º en la carrea invernal de las Cup Series. Seguidamente llega Homestead-Miami, donde fue 7º en 2023, su año debut, y tras ello llega Martinsville, donde nunca ha brillado en las Cup Series pero donde ganó una vez en las Xfinity Series. Después del Paperclip, Darlington podría ser una buena baza, pues fue 2º en la carrera primaveral de 2024. siendo su mejor resultado hasta la fecha en las Cup Series.

    Por tanto, hay buenas bazas de romper esta mala dinámica en la que está inserto Gibbs, sobre todo porque ahora mismo lo que se le exige no es ganar, sino el simple hecho de ser competitivo en la zona alta, de sumar algunos top-10 y, sobre todo, acabar de una vez por todas de esta pésima racha de carreras sin acabar en el top-30.

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