Jeremy Bullins, un jefe de equipo con luces y sombras
Samuel Mateo Giménez
Jeremy Bullins es uno de los jefes de equipo con más años de experiencia en la parrilla de la NASCAR Cup Series. Empezó su carrera como ingeniero en Wood Brothers Racing en 1999. Entre ese año y 2011, trabajó en las Xfinity Series con ST Motorsports, Robert Yates Racing y Richard Childress Racing.
En 2012 pasó a ser el jefe de equipo del coche #22 de Team Penske en las Xfinity Series, ganando tres carreras con Brad Keselowski. En 2013 repitió en ese rol y tuvo un rendimiento espectacular: seis victorias con Keselowski, dos con AJ Allmendinger, tres con Logano y una con Blaney. Todos los pilotos que corrieron en ese coche ese año ganaron y, como resultado final, el coche #22 ganó el campeonato de dueños en las Xfinity Series esa temporada.
En 2015 dio el salto a las Cup Series, como jefe de equipo del coche #21 de Wood Brothers Racing, que ese año correría a tiempo parcial con Ryan Blaney como piloto. En total participaron en 19 citas, aunque se quedaron sin clasificar en dos de ellas. En el resto, sumaron un top-5 (4º en las 500 Millas de Alabama en Talladega) y dos top-10 (añadiendo un 7º puesto en Kentucky).
El año siguiente, pasaron a correr a tiempo completo, y acabaron 20º con 3 top-5 y 6 top-10. En 2017 se vio una gran progresión, pues Blaney inauguró su casillero de victorias en Pocono y clasificaron a los playoffs, llegando hasta la Ronda de 8. En total sumaron 4 top-5 y 14 top-10.
En 2018, pasaron a competir en el nuevo coche #12 de Team Penske, pero no se vio una gran progresión. Sumaron una victoria, la de la primera carrera en la Roval, pero cayeron en la Ronda de 12. Eso sí, aumentaron los top-5 (8) y top-19 (16).
En 2019 volvió a tener un año de leve mejoría, sumando una victoria en la carrera otoñal de Talladega, pero Blaney cayó en la Ronda de 8, como ya había sucedido dos años antes. En total sumó 11 top-5 y 18 top-10.
En 2020 Team Penske hizo un cambio en los jefes de equipo: Todd Gordon pasó de Logano a Blaney, Paul Wofe de Keselowski a Logano y Bullins de Blaney a Keselowski. La temporada fue muy buena para la pareja Keselowski-Bullins, ganando cuatro carreras, incluyendo las 600 Millas de Charlotte, y llegando a la final por el campeonato, en la que fue segundo.
Sin embargo, 2021 fue un año muy malo pues, si bien Keselowski ganó las 500 Millas de Alabama en primavera, no ganó más en todo el año y cayó en la Ronda de 8 de los playoffs. Además, sus datos a nivel general fueron mucho peores: de 13 top-5 y 24 top-10 en 2020 a 10 top-5 y 17 top-10 en 2021.
Con la salida de Keselowski rumbo a Roush Fenway Racing - ahora RFK Racing -, Bullins pasaba a ser el jefe de equipo del novato Cindric en 2022. Su inicio fue estelar: victoria en las 500 Millas de Daytona. Sin embargo, el resto de la temporada fue mediocre, con 5 top-5 y 9 top-10, y cayendo Cindric en Ronda de 12. Tres de esos top-5 llegaron en Superspeedway y dos top-5 y cuatro top-10 más llegaron en ruteros, donde Cindric es bastante bueno. En óvalos tradicionales, por tanto, sumó 0 top-5 y 1 top-10 (Nashville).
En 2023 Cindric tuvo un inicio de temporada malo y luego no evolucionó favorablemente. Acabó la temporada regular sin victorias, sólo 3 top-10 (dos en ruteros y uno en Las Vegas) y sin clasificar a los playoffs. Una vez finalizada, como Harrison Burton (piloto del #21 de Wood Brothers Racing) tampoco había logrado ni ganar ni clasificar a la post-temporada, Penske decidió intercambiar a Bullins con el jefe de equipo del #21, Brian Wilson, que había sido el de Cindric el año en el que ganaron el título de las Xfinity Series (2020).
En la recta final de 2023, Burton no sumó ningún top-10 (en la temporada regular había sumado dos), mientras que en la temporada regular de 2024 sumó uno en Talladega. Camino de otra temporada desastrosa, Burton se las ingenió para ganar la carrera veraniega de Daytona, clasificando con ello a los playoffs a pesar de ir 34º ese año. Como era de esperar, fue eliminado en primera ronda y no sumó más top-10 ese año.
Por último, este año de 2025, Bullins fichó por RFK Racing para ser el jefe de equipo de Brad Keselowski, y su temporada está siendo francamente decepcionante: en las cinco primeras carreras su mejor resultado ha sido un 11º puesto en Las Vegas, han sumado sólo dos top-20 y son 30º en la temporada regular, habiendo tenido como mejor posición en la general un 20º al término de la primera.
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Cindric, junto a Bullins Foto de Getty Images |
Así pues, visto todo su rendimiento, en especial en las Cup Series, ha quedado demostrado que Jeremy Bullins es un gran jefe de equipo en carreras de Superspeedway. No en vano, desde 2017, el año en donde sumó su primer triunfo en las Cup Series como jefe de equipo, acumula un total de cuatro victorias en circuitos de estas características, todas ellas con diferentes pilotos: con Blaney en la segunda carrera de Talladega de 2019, con Keselowski en la primera carrera de Talladega (Alabama 500) de 2021, con Cindric en la Daytona 500 de 2022 y con Harrison Burton en las 400 Millas de Daytona de 2024.
Quizá visto así no sorprenda tanto, pues son cuatro victorias en seis temporadas, pero se aprecia mejor si vemos cuántos pilotos han ganado ese número de carreras en el mismo intervalo de tiempo (2019-2024) en Superspeedways: sólo Byron, que tiene cinco (Daytona 400 de 2020, Atlanta-1 en 2022, Atlanta-2 en 2023 y Daytona 500 en 2024 y 2025; y Ryan Blaney, que ganó Talladega-2 en 2019, Talladega-1 (Alabama 500) en 2020, Daytona 400 en 2021 y Talladega-2 en 2023.
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Bullins, junto a Burton Foto de Getty Images |
No obstante, el espectacular rendimiento de los equipos que lidera Bullins en los Superspeedways contrasta con el pobre que ha tenido en otro tipo de circuitos, el resto de ellos para ser exactos, pues ahí, desde 2017 sólo ha sumado seis victorias: Pocono-1 2017, Charlotte Roval 2018, Coca Cola 600 de 2020, Bristol-1 de 2020, New Hamsphire de 2020 y Richmond de 2020.
Es decir, lleva más de cuatro temporadas sin ganar una sóla carrera en un circuito que no sea un Superspeedway. Además, esas victorias pueden matizarse dado que, tanto en la Roval de 2018 como en Bristol de 2020, las victorias de Blaney y Keselowski, respectivamente, llegaron porque marchaban 3º en la última vuelta y, peleando por la victoria, los dos primeros se tocaron y se estrellaron, de modo que el 3º asumió el liderato y acabó ganando.
Además, en las 600 Millas de Charlotte de ese año, su victoria llegó porque hubo una bandera amarilla a falta de dos vueltas y ocho pilotos, incluido Keselowski, siguieron en pista sin montar ruedas frescas para la overtime, en donde el de Michigan fue el que llegó a meta en primer lugar. Bien es cierto que la estrategia recae en el jefe de equipo y ahí Bullins fue parte importante para ganar, pero el coche no era el más rápido y Keselowski no ganó por tener el mejor ritmo.
Así las cosas, desde 2017 (ocho temporadas), los coches de Bullins han ganado por autoridad, siendo el más rápido, tres carreras: la de Blaney en Pocono en 2017 y las de Keselowski en New Hampshire y Richmond, ambas en 2020 y siendo el piloto con más vueltas lideradas ese día.
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Bullins, con Ryan Blaney Foto de Getty Images |
En definitiva, a lo largo de los años, Bullins ha demostrado ser un jefe de equipo brillante en Superspeedway, pero no ha estado a la altura de las exigencias en el resto de circuitos y, como los Superspeedways son la minoría dentro del calendario, en el amplio espectro no consigue resultados que estén a la altura de lo que se les debe exigir.
Es algo que debe revertir, pues ya no está en Penske, un equipo tan bueno que puede permitirse flojear en algunos aspectos porque un Penske venido a menos sigue siendo mejor que la mitad de la parrilla. Ahora está en RFK Racing, que es un equipo de zona media, y justamente en un momento en el que la zona media es la más competida de siempre, por lo que siempre se debe dar el máximo y no hacerlo es condenarse a no cumplir los objetivos, que es lo que está sucediendo en este inicio de temporada.
Obviamente Keselowski le tiene fe, porque por eso le fichó para su equipo y para dirigirle a él, pues seguramente guarda buen recuerdo de su etapa en Team Penske y de ese brillante año 2020, el mejor de Keselowski en la última décadas (desde 2014, prácticamente), y el sabe mucho más que el resto acerca de lo que Bullins puede aportar al equipo, pero los datos vistos hasta ahora no invitan al optimismo y, de continuar, podrían provocar un freno brusco al progreso que ha estado haciendo en los últimos años el equipo RFK Racing, al menos con el coche #6.
Eso sí, Bullins es un as en Superspeedways, y Keselowski también, en especial en Talladega, donde es el piloto con más triunfos de la historia (6), empatado con Jeff Gordon. Seguramente no hay mejor combinación piloto-jefe de equipo en ese sentido en toda la parrilla, así que esas serán muy probablemente las mejores bazas de Keselowski para ganar este año.
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