Análisis del fichaje de Sam Mayer por Haas Factory Team
Samuel Mateo Giménez
El equipo de Gene Haas se reinventa por completo de cara a 2025 y hace semanas anunció el fichaje de Sam Mayer, que ha estado los últimos años corriendo en JR Motorsports, pero que no entraba en los planes de la escudería de cara al futuro.
Así pues, analizamos los principales aspectos de este movimiento y qué podemos esperar de cara al futuro de Sam Mayer en su nueva andadura:
1. Perfil del piloto.
En su momento, Sam Mayer fue el campeón más joven de una categoría sancionada por NASCAR, pues en 2019 se hizo con el título de las ARCA Menards Series East con 16 años. Eso le convirtió en una de las mayores promesas de NASCAR, algo refrendado al año siguiente, cuando revalidó su título y consiguió ganar la carrera de las Truck Series de Bristol siendo piloto a tiempo parcial con GMS Racing.
Al año siguiente, una vez ya había cumplido 18 años en junio, pasó a correr en las Xfinity Series, pero su rendimiento no fue tan alto. Su primer año a tiempo completo y la primera mitad del segundo fue algo decepcionante, sin victorias; pero a partir de verano de 2023 todo cambió y en esa segunda recta mitad de temporada sumó cuatro triunfos y llegó a la final por el campeonato. Este año era en el que debía haber explotado del todo, pero sólo ha sumado tres triunfos y fue eliminado en la Ronda de 8.
Por ello, su caché ha bajado bastante y, mientras que su rival generacional Ty Gibbs ya está dos años en las Cup Series y tiene un trofeo de las Xfinity Series en su vitrina, él sigue estancado en las Xfinity Series. Pese a todo, sigue siendo joven (21 años) y es en Haas donde podría mostrar su mejor versión.
2. Ser el epicentro del proyecto.
La clave para ello es que Mayer ahora va a pasar de ser uno más en JR Motorsports, un equipo que tenía cuatro coches a tiempo completo, a estar en Haas Factory Team, que sólo tiene dos. Por ello, tendrá más atención y se sentirá más importante que en su anterior equipo, algo que le puede aportar mucha confianza y debería hacerle tener mejores resultados.
Muchos son los casos de pilotos que, al tener un equipo que gira en torno a ellos, han rendido mejor que en uno en el que eran uno de tantos (Suárez ha rendido mejor en las Cup Series en Trackhouse que en Joe Gibbs Racing y Stewart-Haas Racing; Ricky Stenhouse ha hecho lo propio desde que fichó por JTG Daugherty Racing, Erik Jones hizo lo mismo en sus inicios en Petty-GMS Motorsports, etc.). A Sam Mayer podría pasarle lo mismo y convertirse, por primera vez, en un piloto que domine en las Xfinity Series.
3. Mucha irregularidad.
Y, precisamente, nunca ha sido un piloto dominador, porque siempre ha destacado más por sus destellos de calidad que por su constancia. De hecho, antes hablábamos de su triunfo en Bristol con 17 años, lo cual está genial, pero ese mismo año corrió cinco carreras más en esa categoría y sólo acabó una entre los diez primeros.
En las Xfinity Series ha sumado siete triunfos en las 47 carreras, más que nadie en la categoría, pero también ha acabado 15 carreras fuera de los 20 primeros, y 25 fuera del top-10. Es decir, ha acabado un 14,89% de las carreras en primera posición, pero más de la mitad (53,19%) fuera de los diez primeros (por comparar, su compañero Allgaier, en ese intervalo de tiempo, acabó sólo 16 carreras fuera de los diez primeros, y Custer, piloto de Haas el año pasado, menos incluso, pues sólo en 14 ocasiones acabó 11º o peor). Incluso Riley Herbst, el otro piloto de Stewart-Haas Racing del año pasado, tiene un dato más bajo (23 carreras fuera de los diez primeros).
Por tanto, es necesario que Mayer deje de ser un piloto de destellos de calidad para pasar a ser uno sólido, regular y constante que pelee en la zona alta de la tabla en casi todas las carreras de la temporada, pues sólo así logrará dar el salto a las Cup Series.
4. Futuro incierto.
Y en lo que respecta al salto a las Cup Series se refiere, su futuro no es muy prometedor. Saliendo de JR Motorsports abandona el entorno de Chevrolet y, uniéndose a Haas Factory Team, entra en el de Ford, tras haber corrido toda su carrera, tanto en ARCA como en NASCAR, con la firma de General Motors.
En ese sentido, el asiento de Haas en las Xfinity Series le garantiza poder seguir compitiendo al máximo nivel en esa categoría, no supone un paso atrás, pero limita sus posibilidades de subir a las Cup Series. En efecto, Haas ahora sólo tendrá un coche en esa categoría y, salvo que Custer sea un desastre incluso peor que en su primera etapa (en esa lo bajaron porque quiso Stewart, pero Haas quería dejarle en el coche #41 a pesar de su mal rendimiento), el coche será suyo, pues es el hijo de la mano derecha de Gene Haas, Joe Custer, y lleva en la casa desde hace casi una década.
Por tanto, salvo que Haas amplíe su flota, algo poco probable, las posibilidades de ascenso en ese equipo están cerradas, y con RFK Racing y FRM iniciando sus andaduras con Preece y Gragson, y Team Penske también totalmente cerrado, el único equipo de Ford que le podría acoger es Rick Ware Racing, el peor de la parrilla.
Mientras, en Chevy podría haber optado por conseguir un asiento, si se daban las circunstancias, en una mayor panoplia de equipos (Kaulig Racing, Spire Motorsports, Trackhouse Racing y hasta Richard Childress Racing).
No obstante, hay que recalcar que esto es algo que estaba fuera del control de Mayer y que él no podía hacer nada puesto que no le ofrecieron seguir en JR Motorsports. Así pues, estaba entre la espada y la pared y fichando por Haas Factory Team al menos conseguía una oportunidad en un asiento de primer nivel de las Xfinity Series para poder brillar y estar en mejor disposición de conseguir más oportunidades en el futuro.
Además, salir de la órbita de un constructor no tiene por qué ser definitivo. Por ejemplo, Chandler Smith, tras toda una vida en Toyota, firmó por Kaulig Racing (Chevrolet) en 2023 y, un año después regresó al entorno de Toyota firmando por Joe Gibbs Racing. Zane Smith, piloto de desarrollo de Chevrolet, firmó en 2022 por Front Row Motorsports (Ford) y, tras dos años, lo hizo por Trackhouse (Chevrolet), y ahora se rumorea que puede volver a FRM.
En definitiva, Mayer tiene complicado progresar en el organigrama de Haas, en particular, y Ford, en general, pero siempre puede haber movimientos sorprendentes y, si al fin logra tener una gran temporada en las Xfinity Series, podría recibir alguna oferta de Chevrolet también.
5. Piloto completo.
Pese a que Mayer no es constante, sí que es completo, en el sentido de que es capaz de rendir bien en cualquier circuito si tiene el día acertado. Así, llegó a las series nacionales de NASCAR con la vitola de ser bueno en short-tracks, lo cual confirmó al conseguir su única victoria en las Truck Series en Bristol.
Sin embargo, en las Xfinity Series no ha destacado especialmente en circuitos cortos, donde sólo ha sumado una victoria, en la carrera de este año en Iowa. Ha ganado en más ocasiones en intermedios de milla y media, por ejemplo, pues lo hizo el año pasado en Miami y lo ha hecho este año en Texas.
Ahora bien, donde más ha destacado ha sido en ruteros, tipo de trazado donde ha sumado cuatro triunfos en los últimos dos años, ganando en 2023 en Road America, Watkins Glen y la Roval; y revalidando este año su triunfo en el trazado rutero de Charlotte.
Así pues, vemos que es capaz de cosechar victorias en todos los tipos de circuitos, salvo en Superspeedways, donde todavía no ha logrado ganar nunca.
CONCLUSIONES FINALES
Sam Mayer es un piloto con mucho talento del que se presuponía que llegaría muy lejos en su carrera, pero que se ha estancado un poco porque es incapaz de rendir de forma constante a su mejor versión. El día en el que encuentre la constancia y la regularidad será un serio contendiente a llegar a las Cup Series y asentarse allí, pero hasta entonces lo tendrá bastante complicado.
Así pues, el objetivo primordial, no sólo de 2025, sino de todo lo que dure su estancia en Haas Factory Team, es la de dar ese paso en su carrera, que le haga pasar de ser un piloto de destellos de calidad a un verdadero referente de la categoría que sume muchas victorias, pelee o gane campeonatos y esté totalmente preparado para dar el salto a las Cup Series, como en su día hicieron en ese mismo equipo pilotos como Cole Custer o Chase Briscoe.
De hecho, en cierto modo, lo que se le exige es eso, que haga lo mismo que hizo Chase Briscoe entre 2019 y 2020 (ese año ganó 9 carreras, acabó 2º la temporada regular tras un gran duelo con Cindric y llegó a la final por el campeonato, done fue superado por éste también), porque sólo así podrá ganarse un asiento en las Cup Series.
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