Análisis del fichaje de Ryan Preece por RFK Racing

Samuel Mateo Giménez 

    En el día de ayer, RFK Racing anunció que a partir de 2025 expande sus operaciones en las Cup Series ampliando su flota de coches corriendo a tiempo completo de dos a tres. De este modo, al coche #6 de Brad Keselowski y al #17 de Chris Buescher se une el #60 de Ryan Preece, que llega tras dos temporadas en Stewart-Haas Racing.

Preece correrá con RFK Racing
Foto de NASCAR Digital Media LLC

    Así las cosas, analizamos los principales aspectos de esta operación y qué podemos esperar se Preece la temporada que viene:

1. Perfil de Ryan Preece.

    En primer lugar, cabe destacar que Ryan Preece, pese a que ahora mismo no tiene el status de ser una de los grandes pilotos de la parrilla, puede ser considerad como un piloto con nivel. N en vano, es un campeón de NASCAR, pues en 2013 ganó el Whelen Modified Tour, certamen donde suma más de dos decenas de victorias. 

    En las series nacionales de NASCAR ha tenido buenos resultados en las Truck Series, donde ha sumado dos victorias, ocho top-5 y once top-10 en doce carreras; y en las Xfinity Series, donde ha sumado dos triunfos, trece top-5 y 20 top-10 en 26 carreras.

    Sin embargo, su gran problema es que nunca ha terminado de despuntar en las Cup Series. Obviamente no se le podía pedir que hiciera grandes cosas en los coches que ha estado (2019, 2020 y 2021 en JTG Daugherty Racing y 2023 y 2024 en un Stewart-Haas Racing muy venido a menos), pero su mayor problema es que no ha sido mejor que casi ningún compañero de equipo.

    Así, en 2019 fue 26º en su año debut, mientras que su compañero de equipo en JTG Daugherty Racing, Chris Buescher (curiosamente volverán a ser compañeros ahora) fue 20º. Al año siguiente cambió de compañero, pues a Buescher lo remplazó Stenhouse. Mientras que Preece fue 29º, Stenhouse acabó 24º el campeonato. Finalmente, en 2021 mejoró hasta el 27º puesto, pero Stenhouse seguía por delante, en 22º lugar. En su primer año en SHR fue 23º, justo por detrás de Almirola (22º) y muy lejos de Harvick (13º). Sí que quedó por delante de Briscoe (30º), pero porque Briscoe recibió más de un centenar de puntos porque su equipo modificó partes inalterables del coche. De no ser así, habría acabado por delante también. Este año ha sido 26º, quedando lejos de Briscoe (14º) y siendo superado por Gragson (22º), que corría por primera vez a tiempo completo y que era nuevo en el equipo. Al único compañero al que ha superado ha sido a Berry, que ha clasificado justo detrás suya, 27º a 5 puntos, y eso que era un novato en la categoría, no sólo en el equipo.

    En definitiva, si observamos sólo los datos de Preece en categorías de promoción, tendría el cartel de ser un gran piloto con mucho potencial, pero sus experiencias en las Cup Series restan un poco de entusiasmo, no por los resultados en sí, que son medianamente aceptables con el equipamiento que tenía, sino porque ha sido derrotado sistemáticamente por sus compañeros de equipo en los cinco años que ha corrido a tiempo completo, y tampoco ha compartido equipo con grandes talentos generacionales, más allá de Harvick en 2022, a expensas de lo que acabe siendo Briscoe ahora que ha firmado por JGR.

Preece, celebrando su victoria de Nashville de 2022
Foto de Getty Images

2. La mejor oportunidad de su carrera.

    En la línea de lo que comentábamos antes, Preece tampoco ha tenido grandes oportunidades de brillar en las Cup Series, porque su primer equipo es JTG Daugherty Racing, de perfil medio o medio-bajo en la parrilla; y la segunda escudería en la que recaló fue Stewart-Haas Racing, que en su día fue una escudería campeona y de primer nivel pero que, desde 2021, dos años antes de la entrada de Preece al equipo, había bajado mucho su rendimiento hasta convertirse en otra escudería de zona media de parrilla.

    Por tanto, Preece nunca ha tenido un coche realmente competitivo, un coche que permite ganar carreras, si bien no todas las semanas, al menos en varias ocasiones por temporada, en lugar de casi nunca o en alguna semana puntual muy concreta. Además, por primera vez Preece firmará por un equipo en tendencia ascendente, pues JTG Daugherty estaba estancado por aquella época e incluso tuvo que vender el chárter de su coche para poder mejorar (en 2021, su último año, Preece corrió como equipo abierto, sin chárter, y cuando abandonó el equipo a finales de año el equipo eliminó ese coche para centrar todos sus esfuerzos en el otro coche, que sí logró ser más competitivo gracias a ello); y SHR era un equipo en clara decadencia hasta el punto de que se ha disuelto al término de la presenta campaña tras la salida de Tony Stewart del mismo.

    En definitiva, Preece tiene ante sí la mejor oportunidad de su carrera en las Cup Series, al menos hasta el momento, y debe aprovecharla, porque en las dos anteriores ha tenido luces y sombras pero no ha salido muy trasquilado porque la mala situación de los equipos protegían a los pilotos, ya que el foco no estaba en exclusiva sobre ellos. Sin embargo, ahora está en un equipo en cierta tendencia ascendente y tendrá que responder con resultados a la altura de las exigencias.

Preece, corriendo este año en Texas
Foto de Getty Images

3. Rendimiento prácticamente inmediato.

    Para hacer tal cosa será indispensable mostrar una buena versión desde el mismo comienzo de su andadura en el equipo. Ciertamente, se espera de él que no requiera de un gran y dilatado período de adaptación, pues tiene la experiencia necesaria para mostrar una versión al menos cercana a su cénit ya desde sus primeras carreras.

    Esto es así porque Preece es un piloto ya formado, de 34 años de edad (por lo que ahora está en los mejores años de su carrera, supuestamente), y con experiencia en la categoría, pues ya acumula 177 carreras en las Cup Series y más de 200 entre las series nacionales de NASCAR.

Preece, corriendo en Daytona en 2023
Foto de Getty Images

4. Los óvalos planos, su especialidad.

    En principio, la gran especialidad de Prece son los óvalos cortos y, preferentemente, con poco peralte, que son los que más se emplean en las carreras de modificados, de donde él proviene. De hecho, sus dos victorias en las Truck Series han llegado en Nashville Superspeedway, un óvalo de 1,33 millas con poco peralte. Asimismo, en las Xfinity Series tiene una victoria en Iowa y otra en Bristol, que son circuitos peraltados, pero circuitos cortos, al fin y al cabo. El año pasado su único top-5 llegó en óvalo corto como Richmond y este año su primer top-10 llegó en Martinsville y luego sumó otro más en Bristol, mientras que el único top-5 que ha tenido llegó en Nashville. Así pues, 3 de sus 5 top-10 han llegado en circuitos cortos o similares.

    No obstante, también se defiende en los Superspeedways, pues en Talladega suma un top-5 y cuatro top-10 en diez carreras y en Daytona suma un top-5 y tres top-10 en las mismas pruebas. 

Preece, corriendo en 2018 con JGR
Foto de Getty Images

5. Respaldado por Kroger.

    Un aspecto fundamental para que Preece desarrolle todo su potencial es que debe sentirse respaldado, puesto que llega de la mano de Kroger, que se ha convertido en el patrocinador mayoritario del coche #60 de RFK Racing. La empresa de supermercados ya le patrocinó en sus tiempos en JTG Daugherty Racing, así que este patrocinio parece una clara apuesta por Preece.

Preece, defendiendo los colores de Kroger en 2021
Foto de Getty Images

6. Riesgo de expansión.

    Un aspecto importante es el hecho de que Preece llega para ocupar un coche nuevo, pues RFK Racing ha expandido su flota de dos coches a una de tres, tras conseguir que RWR le cediera para 2025 uno de sus chárter. Es algo importante porque ahora el equipo tendrá que destinar sus recursos a mantener tres coches y sus respectivos equipos en lugar de sólo dos, y a veces dividir esfuerzos penaliza mucho.

    Un caso bastante ilustrativo es el de Front Row Motorsports. En 2018 acabaron en el campeonato de equipos 26º (coche  #38, pilotado por David Ragan, que fue 25º en el campeonato de pilotos) y 28º (el #34 de McDowell, que fue 26º en el de pilotos) entre los 36 coches con chárter. En 2019 ampliaron la flota a tres coches y fueron 28º (el #34 de McDowell, que fue 27º en pilotos), 29º (el recién creado #36 de Matt Tifft, que fue 31 en pilotos por perderse tres carreras por lesión) y 31º (#38 de Ragan, que fue 30º entre los pilotos). Al año siguiente volvieron a tener dos coches y mejoraron, pues el #34 fue 25º y McDowell fue 23º entre pilotos; y el #38 fue 28º y Nemechek fue 27º, y eso que era debutante. 

    Bien es cierto que no todos los casos tienen por qué ser como ese y que RFK Racing tiene más recursos que los que tenía en su momento FRM, por lo que no debe pasar lo mismo que al equipo de Bob Jenkins, pero es una posibilidad que está ahí y a la que no se le puede obviar, puesto que siempre una expansión comporta cierto riesgo al equipo que la ejecuta.

RFK Racing se expande a tres coches
Foto de RFK Racing

CONCLUSIONES FINALES

    En definitiva, Preece es un piloto que ha tenido destellos de calidad en las Truck Series y las Xfinity Series pero que nunca ha terminado de rendir acorde a las expectativas en las Cup Series. Ahora tiene al fin un coche realmente competitivo y tendrá que estas a la altura de lo que se espera de él, del mismo modo que su equipo debe demostrar que está preparado para llevar a cabo esta expansión en su camino hacia volver a pelear por títulos como hacía hace dos décadas.

    Por lo pronto, para la temporada que viene, si RFK Racing mantiene el nivel (y mucho más si lo mejora), a Preece se le debe exigir como mínimo acabar entre los veinte primeros de la general, aunque lo ideal sería que clasificara a los playoffs y ganase al menos una carrera, pues eso es lo que han venido haciendo en los últimos dos años sus nuevos compañeros de equipo.

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