Hailie Deegan... ¿estrella quemada?

Samuel Mateo Giménez

    Hace un par de semanas, el equipo AM Racing decidió poner fin al vínculo contractual que tenía con su piloto en la NASCAR Xfinity Series, Hailie Deegan, que no estaba teniendo un buen año debut en la categoría. 

    Éste es el último ''golpe'' que ha recibido la joven piloto en los últimos tiempos, tras haber pasado sin pena ni gloria hasta por dos equipos distintos de la NASCAR Truck Series. Así pues, después de unos años decepcionantes para la que era uno de las mayores promesas del programa de pilotos de Ford, debemos preguntarnos: ¿es Hailie Deegan una estrella quemada?

Hailie Deegan está en el paro
Foto de Getty Images

    Antes de nada, debemos remontarnos a los días en los que Hailie Deegan comenzó a correr en stock cars. En 2017, tras ocho años corriendo off-road, y a la edad de 16 años, Deegan comenzó a correr en el CARS Super Late Model Tour. 

    Al año siguiente, dio el salto a la NASCAR K&N Pro Series East, una de las categorías inferiores de NASCAR. Allí, en dos temporadas (5ª en 2018 y 3ª en 2019) logró ganar dos carreras y dejó grandes destellos de talento, así como de agresividad en la pista, algunos para conseguir esos triunfos (de hecho, sus tres victorias llegaron tras hacer contacto con el piloto con el que se las disputaba). También, en el segundo año, el de 2019, disputó algunas carreras de las ARCA Menards Series.

Deegan, corriendo en las K&N Pro Series en 2018
Foto de Getty Images

    En 2020 llegó la primera decisión cuestionable de su carrera: abandonó el programa de pilotos de Toyota para irse al de Ford, esto es, cambió el que posiblemente sea el mejor programa de pilotos por el peor de todos. Pese a ello, consiguió correr a tiempo completo para DGR-Crosley en las ARCA Menards Series, acabando tercera de cinco pilotos corriendo a tiempo completo, y sin victorias.

    En 2021 tomó la segunda decisión cuestionable de su carrera: sin haber demostrado tener superioridad en ARCA, dio el salto a las divisiones nacionales de NASCAR, pasando a correr en una camioneta de las Truck Series del equipo David Gilliland Racing, el mismo con el que estaba en ARCA y con quienes había disputado una carrera ya en 2020 en la categoría (16º en Kansas).

    No tuvo un buen año debut, pues en una camioneta que estaba preparada para ganar carreras y disputar los playoffs acabó 17ª con 1 top-10. El año siguiente no fue mucho mejor, o mejor dicho, fue peor, puesto que acabó 21ª con dos top -10.

Deegan, corriendo con DGR en 2021

    Su mal desempeño le hizo perder el asiento en DGR, pero aún así logró que ThorSport Racing, la escudería que venía de ganar el título con Ben Rhodes en 2021 y de tener dos pilotos en la final de 2022, le diera un asiento para 2023. Siendo su tercer año y estando en una de las mejores escuderías de la parrilla, debía al menos mostrar cierta progresión, pero no fue así, puesto que acabó 19ª con dos top-10.

    El gran problema de Deegan en esos tres años, más allá de no ganar ninguna carrera en equipamiento para pelear por ello cada semana, y no clasificar a los playoffs con camionetas con las que podía pelear el título, era que no mostraba progresión a lo largo de las carreras. No hubo mejoría por su parte, puesto que en su primer año fue 17ª con una posición media de llegada de 20,9°; en el segundo fue 21ª con una posición media de 22,1°; y en el tercero fue 19ª con una posición de 21,0°. Además, lideró dos vueltas entre todas las carreras de esas tres temporadas.

Deegan, corriendo en 2023 con ThorSport
Foto de Getty Images

    Tras este paso mediocre por DGR y ThorSport Racing, este año de 2024 llegó la tercera decisión cuestionable de su carrera: dar el salto a las Xfinity Series. Lo hizo de la mano de AM Racing, un equipo de Ford de perfil medio y con el que no tendría grandes aspiraciones. En parte era bueno, dado que escapaba de las Truck Series, que en ocasiones depara carreras que son derbies de demolición en vez de carreras de stock cars, y se alejaba del gran foco, pues ahora tendría una exigencia menor, puesto que no estaba en uno de los equipos de referencia de la parrilla.

    No obstante, tampoco le han salido las cosas en esta nueva etapa. En el momento de su despido, marchaba 28ª en la general, última entre los pilotos a tiempo completo (son 26, por lo que había dos pilotos a tiempo parcial con mas puntos también), con 0- top-5, 0 top-10 y 0 vueltas lideradas en 17 citas. Además, encadenaba cinco carreras fuera del top-20 y ocho siendo 20ª o peor. Una vez más, lo que la condenó fue la falta de progreso, el hecho de que no se viera una mejoría, una curva ascendente en su desempeño.
 
    Cierto es que está en un equipo modesto y que trata de crecer poco a poco, que en algunos momentos puede haber pecado de inexperto y que no tiene personal (ingenieros, mecánicos...) de primer nivel, pero ha probado con dos jefes de equipo distintos (Joe Williams Jr. estuvo en las 12 primeras carreras y luego le sustituyó Matt Lucas) y siguió sin verse una mejoría (de hecho, en las cinco carreras de Lucas acabó 25° o peor en todas ellas y 30° o peor en tres). Todo empeora cuando, en la primera carrera sin Deegan, AM Racing acaba 8° gracias al buen hacer de Joey Logano, si bien Josh Berry fue 27° y 38° en las dos siguientes, las últimas celebradas hasta el parón por los Juegos Olímpicos.

     Además, no hay que olvidar que AM Racing, el año pasado, consiguió con su piloto Brett Moffitt 1 top-5 y 9 top-10 en toda la temporada y su posición media de llegada fue casi diez puestos por delante de Deegan: la de Moffitt fue de 17,9°, acabando 17° el campeonato; la de Deegan ha sido de 26,8°).

Deegan, corriendo en Texas este año
Foto de Getty Images

    Ahora, Deegan se ha quedado sin asiento a mitad de temporada y no parece que nadie vaya a darle uno para lo que resta de la presente campaña en ninguna de las series nacionales de NASCAR. Ahora bien, ¿es esto el fin de Deegan?

    En principio, no debería serlo. Hailie Deegan sigue siendo muy joven, pues acaba de cumplir 23 años, es decir, tiene toda la carrera por delante. Su juventud implica que todavía tiene proyección y capacidad de mejorar, sobre todo porque, en lo que son años corriendo en stock cars, Deegan lleva menos incluso que algunos pilotos de menor edad que ella, puesto que no empezó en esta modalidad hasta pasados los 15-16 años, un lustro (o más) más tarde de lo que lo hace cualquier piloto que aspira a correr en NASCAR. Tanto por edad como por experiencia, Deegan todavía podría mejorar bastante. Y no hay que olvidar que no todos los pilotos son iguales y alguno tarda un poco más en madurar y alcanzar su versión óptima que otros que son más precoces, aunque ello tiene el hándicap de que es necesario encontrar a alguien que apueste de verdad y sea paciente esperando a que se produzca tal maduración, rara avis en estos tiempos, sobre todo en el primer nivel de la competición, donde se exigen resultados inmediatos.

    Es por ello por lo que su mal desempeño hasta el momento le limitará a la hora de encontrar equipo, pero no le cerrará las puertas por completo. Deegan sigue siendo un perfil atractivo por el que apostar dado que, además de que pueda tener un buen desempeño en la pista, aporta mucho al equipo fuera de ella. Tener una mujer piloto es un atractivo para numerosas empresas que estarían dispuesta a patrocinarla, como ha sido el caso hasta ahora, pues ha tenido a grandes apoyos detrás, caso de Monster Energy incluso en sus días en las K&N Pro Series, mucho antes de dar el salto a las series nacionales. Además, es una de los pilotos de toda la parrilla con más seguidores e interacciones en redes sociales, algo que también buscan muchos equipos hoy en día.

Deegan, corriendo este año en Darlington
Foto de AM Racing

    En definitiva, tanto por su juventud y relativa inexperiencia, como por ser fácilmente ''vendible'' a las marcas que puedan apoyar un proyecto con ella involucrada, Deegan tendrá opciones de correr en NASCAR. Otra cosa es que sea un equipo puntero, pues es posible que ninguno le oferte un contrato de primeras, pero quizás eso es lo mejor para ella. Después de haber estado en el foco durante mucho tiempo, lo mejor sería ir a un equipo en el que tenga menos presión y le puedan ayudar a desarrollar todo su potencial, y así ganarse una segunda oportunidad en el primer nivel.

    Por el momento puede estar algo tranquila, pues desde Haas han declarado que están interesados en que ella ocupe uno de los dos coches libres que van a tener en las Xfinity Series el año que viene. No sería un mal destino para ella, pues estaría corriendo en un equipo de primer nivel, con equipamiento para pelear por todo, pero sin la presión mediática de otros equipos similares en cuanto a rendimiento como podrían ser Joe Gibbs Racing y JR Motorsports. 

Deegan, corriendo en Daytona
Foto de Getty Images

    De hecho, Haas se ha especializado en los últimos años en revalorizar pilotos que venían de fracasar. Un ejemplo de ello es Cole Custer, que fracasó en su andadura de tres años en las Cup Series, bajó a las Xfinity Series y, en su primer año de regreso (2023), ganó el campeonato, este año va primero en la temporada regular en el momento de redacción de estas líneas y el año que viene va a volver a correr en las Cup Series con el ''nuevo'' equipo Haas Factory Team.

    Otro caso paradigmático es el de Riley Herbst, que incluso recuerda a Deegan. Tuvo un paso discreto en ARCA (5º en 2017 y 3º en 2018 con una victoria entre los dos años) y dio un salto un tanto precipitado a las Xfinity Series con u equipo de primer nivel como Joe Gibbs Racing, gracias al apoyo de Monster Energy, entre otros. Fracasó estrepitosamente corriendo a tiempo completo en 2020 tras haberlo hecho a tiempo parcial en 2019 (0 victorias en 42 carreras entre ambas temporadas) y tuvo que salir. Recaló en Haas y, pese a que le costó brillar, lleva dos años seguidos ganando una carrera y ahora está en las quinielas para conseguir un asiento en las Cup Series.

    Además, Haas demostró con Herbst que saben ser pacientes con un piloto, pues en su primer año acabó 11º sin victorias; en el segundo fue 10º sin victorias; en el tercero ni se clasificó a los playoffs (acabó 13º) pero a finales de temporada logró ganar una carrera. Este año ha ganado otra y marcha 5º en la temporada regular, mejorando considerablemente sus actuaciones y su regularidad. 

    Bien es cierto que sin el apoyo financiero que tiene detrás Herbst habría sido prácticamente imposible haber aguantado tantos años en asientos de primer nivel sin haber dado la talla, pero Deegan también tiene apoyos detrás que le pueden hacer vivir una situación similar y que le permitirían ganar tiempo par poder desarrollarse plenamente y llegar a ser altamente competitiva en el futuro.

Deegan, corriendo este año en Sonoma
Foto de Getty Images

    En conclusión, Deegan ha tomado una serie de decisiones precipitadas que, unido a un pobre rendimiento y las escasas muestras de mejora que ha exhibido estos años, han provocado que su carrera haya sufrido un duro revés. Sin embargo, no es un golpe definitivo, pues todavía está a tiempo de revertir la situación, aunque para ello deberá encontrar un equipo que sepa ayudarla a desarrollar su potencial y que sea paciente con ella. Pese a todo, el principal cambio debe venir de ella, pues es ella la que debe dar un paso adelante y dejar atrás tantos años de mediocridad para volver a ser lo que en un día fue, que es una joven promesa con potencial para llegar a las Cup Series algún día.

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