Hay que eliminar las sprints

Uno de los cambios que más controversia ha generado últimamente en la F1 ha sido la inclusión del formato sprint, lo cual se hizo allá por el año 2021.

La F1 debe cambiar o ser eliminada
Fotografía de Fórmula 1 Media

Por aquél entonces, el viernes se celebraba la tradicional sesión de clasificación, que establecía el orden de salida para la carrera sprint del sábado, y los resultados de esa carrera marcaban el orden de salida de la carrera principal, la del domingo.

La idea resultó ser un desastre por diversos motivos. El primero de ellos es el de que, como la carrera del sábado era la que establecía el orden de salida de la carrera del domingo, y encima sólo puntuaban los tres primeros (tres puntos el primero, dos el segundo y uno el tercero), nadie tomaba ni el más mínimo riesgo, porque, en efecto, no tenía ningún sentido arriesgarse a sufrir un accidente que te haga salir último el domingo para ganar una posición que encima no daba puntos. Demasiado riesgo para una recompensa tan pobre. 

El segundo factor clave fue el hecho de que los coches, salvo en algún circuito concreto, impedían que hubiese adelantamientos. Los únicos movimientos que había eran los adelantamientos que hacían los que montaban blandos en la primera vuelta. Así las cosas, las carreras se traducían en ver a los que montaban blandos ganar una o dos posiciones en la salida, adelantando a los que tenían medios, y las siguientes quince o veinte vueltas eran una procesión de coches en la que los que tenían blandos se defendían de los que tenían medios, a veces rodando muy pegados, pero sin cambios de posición.

En 2022 parecía que serían más interesantes, con la inclusión de la nueva generación de coches y la ampliación de la zona de puntos, que ahora abarcaba las ocho primeras posiciones (ocho para el primero, siete para el segundo... y así hasta el octavo, que sumaba uno).

Sin embargo, pese a que ahora había más posiciones de zona de puntos y se supone que los coches son más fáciles de seguir en aire sucio, las carreras seguían siendo la misma procesión de coches de siempre, dado que nadie se arriesgaba, como decíamos, a sufrir un toque o accidente que le hiciese abandonar y, por tanto, salir desde el fondo de la parrilla en la carrera que de verdad importa, la del domingo.

En 2023 llegó un nuevo cambio para paliar eso, y es que la carrera del domingo tendría su tradicional sesión de clasificación para decidir el orden, la cual se celebraría el viernes, y el sábado sería el día sprint, pues por la mañana se celebraría una nueva sesión de clasificación y por la tarde su correspondiente carrera corta.

Por fin parecía que tendríamos algo de espectáculo, dado que ahora los pilotos no tendrían miedo de ir al límite, ya que la posición de la carrera corta no era la de salida en la carrera larga. Nada más lejos de la realidad. Ahora, lo que vemos es un anticipo de lo que será el primer stint del domingo.

En efecto, la carrera corta es, a día de hoy, una reedición de la clasificación del día anterior, para empezar, y luego el primer stint calcado de la carrera del domingo. Así pues, gracias a la carrera corta sabemos cómo va a ser el desgaste de los neumáticos, cuánto se puede tardar más o menos en parar en boxes, cuál es el ritmo de carrera de los coches... En definitiva, algunas de las cuestiones que deberían permanecer hasta cierto punto en secreto hasta que comenzara la carrera se dilucidan en una carrera que, en realidad, sigue sin ser muy importante, dado que el ganador sólo se lleva ocho puntos.

Ahora parece que la FIA se está planteando reformar de nuevo el formato sprint. Se habla de crear un campeonato paralelo para sumar puntos en él. Desde luego, sería la peor solución posible y la estocada final al formato. ¿A quién le puede interesar un campeonato que va a acabar al 90% de la misma forma que el de verdad? No tendría ningún atractivo, sin ir más lejos, este año lo único para lo que habría servido sería para darle otra copa más a Verstappen y evitar que el neerlandés ganase el campeonato realmente importante un sábado por la tarde en vez de en un domingo de Gran Premio.

La segunda posible reforma sería la de adaptar el formato de la Fórmula 2, en el que, para la carrera corta, se invierte el orden de salida de los diez primeros de la sesión de clasificación. Este cambio podría ser algo mejor, pues los más rápidos saldrían en mitad del pelotón y podríamos ver a alguien de zona media escaparse mientras los otros adelantan y terminar ganando, o hacerle una defensa heroica (o una bastante simple en circuitos como Mónaco donde es complicado adelantar).. Es un formato que se ha aplicado ya con éxito en otros campeonatos de la FIA más allá de la Fórmula 2 como el Campeonato Europeo de Carreras de Camiones (ETRC), la difunta Copa Mundial de Turismos (WTCR)... Este formato podría ser lo único que salvase un formato que está herido de muerte ahora mismo.

De hecho, consideramos que, en realidad, debería adoptarse ese formato y, si las carreras sprint siguen siendo aburridas y no aportan nada más, la Fórmula 1 debería prescindir de esta idea, pues tampoco hay que ir cambiando el formato cada año como se viene haciendo (no parecería un campeonato serio, es algo similar a cuando NASCAR cambió media docena de veces el sistema de Caza por la Copa o playoffs en diez años) y encima es un formato que no ayuda en nada a los equipos, más allá de Red Bull, pues les elimina horas y horas de test con los que podrían evolucionar sus coches y hacerlos más competitivos. Al contrario, es un sistema que sólo beneficia a su ideólogo, Red Bull, y que permite que su dominio persista o incluso aumente.