¿Qué podemos esperar de Shane van Gisbergen en Chicago Street Course?

Samuel Mateo Giménez

    Este fin de semana debutará en la NASCAR Cup Series una nueva estrella internacional que se ha visto atraída tanto por la nueva generación de coches que se lleva usando desde 2022 como del novedoso proyecto de Trackhouse, el Project 91, un coche destinado a que pilotos de envergadura de otras categorías del automovilismo mundial puedan tener una primera toma de contacto con NASCAR.

    Se trata de nada más y nada menos que Shane van Gisbergen, piloto neozelandés que ha ganado en tres ocasiones, incluyendo las dos últimas temporadas, el campeonato de los Supercars australiano. Así las cosas, analizamos qué podemos esperar de él en la carrera de Chicago Street Course, la cual se celebra este próximo fin de semana, atendiendo a diversos factores:

EL PILOTO

    Shane van Gisbergen es un piloto más que contrastado. A sus 34 años de edad, lleva corriendo en los Supercars desde el año 2007, y lo hace a tiempo completo desde 2008. En esas 17 temporadas (contando la actual) ha sumado tres campeonatos (2016, 2021 y 2022), otros tres subcampeonatos y un tercer puesto en la general (que podría ser otro porque este año marcha tercero en el momento de redacción de estas líneas), así como 79 victorias, 46 poles y 174 podios.

    También suma dos victorias en los 1000 kilómetros de Bathurst (2020 y 2022), la más prestigiosa de los Supercars y de Australia en general, así como una de las pruebas de resistencia más importantes que se pueden ganar. Del mismo modo, en la otra gran prueba de resistencia que se corre en ese trazado, las 12 Horas de Bathurst del Intercontienental GT Challenge, también sabe lo que es ganar, pues lo hizo en 2016, cuando fue 3º en el campeonato. Ese mismo año también ganó las Blancpain GT Series.

van Gisbergen, corriendo en los Supercars
Foto de Getty Images

    A su curriculum hay que añadir 4 participaciones en las 24 Horas de Daytona (destaca un segundo puesto de clase), 3 en las 24 Horas de Spa, 1 en las 12 Horas de Sebring, otra en las 24 Horas de Le Mans y una participación en el WRC (en 2022 corrió el Rally de Nueva Zelanda, donde fue 9º absoluto y 3º en WRC2).

    Como vemos, es un piloto que ha corrido en multitud de campeonatos y muy variados, desde los Supercars hasta los rallies, pasando por los GTs en muchas categorías (las Blancpain GT Series, el Intercontinental GT Challenge, las categorías de GTs de IMSA y WEC...), y siempre ha tenido un buen desempeño.

van Gisbergen, corriendo en el WRC
Foto de Getty Images

    Ahora bien, nunca ha corrido con stock cars, y aunque puede encontrar alguna similitud con lo que ha corrido anteriormente en los Supercars e incluso con los GTs (siempre recordamos las palabras de Kurt Busch en uno de los test de la Next Gen de NASCAR, cuando dijo que se parecía bastante a un conducir un prototipo o sports car), no deja de ser la primera vez que se sube a uno de ellos, y es posible que no termine de encontrar el punto necesario para extraer el máximo rendimiento posible.

    Pese a ello, debería tenerlo más fácil que otros pilotos que han corrido en el pasado como Kimi Räikkönen o Jenson Button, que venían de correr en fórmulas principalmente (cierto es que Button había corrido en resistencia y que Räikkönen tenía experiencia en NASCAR, pero en el caso del primero era mucho más reducida y en del segundo hacía más una década y con coches totalmente distintos).

EL EQUIPO

    El equipo es una de sus mayores bazas para conseguir un buen resultado en Chicago. Cierto es que Räikkönen, el que ha corrido las dos anteriores carreras en el Project 91, acabó 37º en Watkins Glen y 29º en COTA, pero en el circuito de Nueva York fue chocado cuando peleaba por un top-15 y en el de Texas tuvo una carrera cargada de problemas que no reflejaban su ritmo.

    Sin duda, el coche tiene velocidad como para acabar entre los diez primeros, y los resultados de los otros pilotos lo demuestra, dado que este año Chastain fue 4º en COTA y 10º en Sonoma (los dos ruteros en los que se ha corrido este año) y el año pasado el equipo consiguió dos de sus tres victorias en ruteros (Chastain en COTA y Suárez en Sonoma), además de otros buenos resultados en los otros circuitos (Suárez fue 5º en Road America y Watkins Glen, Chastain fue 7º en Sonoma y 4º en Road America...)

van Gisbergen junto a Justin Marks, copropietario de Trackhouse
Foto de Getty Images

EL CIRCUITO

    El circuito de Chicago será otra de las grandes ayudas que puede encontrar van Gisbergen para tener un buen resultado en su debut en las Cup Series. Por primera vez NASCAR correrá en las calles de una ciudad, y eso es algo a lo que él está acostumbrado hacer.

    En efecto, los circuitos urbanos son muy comunes en el campeonato de los Supercars (sin ir más lejos, este año encontramos los circuitos callejeros de Newcastle, Reid Park, Surfers Paradise y Adelaida, sin contar como tal al de Albert Park, que técnicamente sí es un circuito urbano también, pero hay bastantes escapatorias de asfalto, grava y césped).

    Así las cosas, mientras que la inmensa mayoría de pilotos con los que va a competir sólo cuentan con la experiencia de haber probado el circuito en el simulador, van Gisbergen sabe desenvolverse con soltura en este tipo de trazados, lo cual le puede ayudar enormemente para tener un buen desempeño.

Así es el trazado de Chicago
Foto de NASCRA Digital Media LLC

CONCLUSIONES FINALES Y EXPECTATIVAS

    En resumidas cuentas, Shane van Gisbergen es un piloto de bastante nivel que tiene mucha experiencia tanto en la competición en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera, los Supercars, como en otras, principalmente GTs, aunque también rallies. Está en un equipo bastante competitivo y el trazado es algo que le favorece enormemente.

    No obstante, no podemos dejar de lado que la competitividad de NASCAR es mayor que la de cualquiera de los campeonatos en los que ha corrido, que no tiene experiencia en los stock cars y que en una carrera puede pasar absolutamente de todo, es una moneda al aire.

    Por tanto, el mínimo que podría tener sería conseguir un top-20 y pelear por un top-15, aunque si se dan las circunstancias adecuadas podría pelear por un top-10. 

    En cualquier caso, como decimos en estos casos, el resultado no deja de ser algo secundario, dado que el principal objetivo es que, por un lado, el piloto tenga una toma de contacto con NASCAR para posibles participaciones en el futuro y, sobre todo, que NASCAR pueda tener más visibilidad y expanda su marca por el mundo, en este caso por Oceanía, que es donde más tirón tienen los Supercars.