Análisis previo de la NASCAR Cup Series 2023: Hendrick Motorsports.

Samuel Mateo Giménez

    Este próximo mes de febrero arranca la 75ª temporada de la NASCAR Cup Series, y desde SENNA analizamos a todos y cada uno de los equipos que conforman la parrilla de la máxima categoría del automovilismo estadounidense. Así pues, en el día de hoy analizamos a Hendrick Motorsports.

Los pilotos de Hendrick Motorsports, conversando.
Foto de Getty Images

Constructor: Chevrolet.

Motor: Hendrick Motorsports.

Pilotos: Kyle Larson (#5, 7º en 2022), Chase Elliott (#9, 4º en 2022), William Byron (#24, 6º en 2022) y Alex Bowman (#48, 16º en 2022).

Jefes de equipo: Cliff Daniels (#5), Alan Gustafson (#9), Rudy Fugle (#34) y Blake Harris (#48).

Resultados en 2022 (dueños): 3° (#5), 6° (#24), 7° (#9), 15° (#48).

Cómo llega y a qué aspira:

    Hendrick Motorsports tuvo un año de 2022 bastante bueno, pero el excepcional nivel de la escudería en 2021 hace que esté un poco eclipsado y que, en el caso de dos de los cuatro pilotos del equipo, haya sido un año malo. Así las cosas, este año buscarán volver a tener un rendimiento similar al de 2021, aunque eso es poco probable por dos factores: el primero es que ese año estuvieron tan bien que si quiera acercarse ya es tremendamente complicado; y el segundo es que, como se vio en 2022, la Next Gen ha compactado más la parrilla, y tener un dominio tan aplastante es casi imposible de lograr.

Kyle Larson:

    El campeón de 2021 tuvo un año un tanto decepcionante la pasada temporada, ya que sus estadísticas cayeron en picado en varios ámbitos, tales como el de las victorias (10 frente a 2), los top-5 (20 frente a 13) o top-10 (26 frente a 19). Para colmo fue eliminado en la segunda ronda de los playoffs, demasiado pronto para alguien de su nivel.

    Es por ello por lo que este año debe reivindicarse y volver a ser un piloto de referencia, ya que el año pasado no fue ni el mejor de su escudería, mucho menos de toda la parrilla, cuando venía de arrasar por completo a la competencia tanto interna como externa en la temporada de 2022.

    No habrá grandes variaciones para él, ya que su jefe de equipo será el mismo que en 2021. Simplemente se trata de una temporada en la que debe recuperar el nivel perdido y volver a estar peleando por múltiples victorias y por el campeonato hasta el final.

    En cuanto a sus asignaturas pendientes, esa siguen siendo sin duda los Superspeedway, que con diferencia es donde más sufre Larson. Debe tratar de remediar su mal desempeño allí, en donde a veces comete errores evitables, si quiere ganar lo más destacado que le falta, que es la Daytona 500. Otras carreras que podría ganar otras joyas de la corona (500 Millas Sureñas y las 500 Millas de Alabama -otro Superspeedway-).

Larson, corriendo en Darlington
Foto de Getty Images

Objetivo: Ganar el campeonato.

Éxito: Ganar el campeonato.

Fracaso: No llegar a la Ronda de 8.

Chase Elliott:

    El campeón de 2020 tuvo el que posiblemente fue el mejor año de su carrera, o al menos el más completo, pues ganó cinco carreras, las mismas que en 2020, pero este año también ganó la temporada regular, siendo la primera vez que lograba tal honor. Llegó a la final a cuatro, pero perdió sus pocas opciones tras un toque con Chastain en el que acabó trompeando.

    Este año sus aspiraciones vienen a ser las mismas desde que fue campeón, que no son otras que las de volver a ganar el campeonato. Sí es cierto que en años anteriores le reclamábamos más regularidad y no ser tanto un piloto de momentos (lo que le sirvió para ganar su campeonato), y el año pasado logró hacerlo, como muestra su título de la temporada regular.

    En definitiva, Elliott aspira a todo: ganar múltiples carreras, pelear por el campeonato, lograr conquistar alguna joya de la corona (se le resisten las 500 Millas de Daytona, las 600 Millas de Charlotte y las 500 Millas Sureñas, que justamente son las tres más importantes, aunque ya ha ganado las 500 Millas de Alabama), etc.

Elliott, corriendo en Atlanta
Foto de Getty Images

Objetivo: Ganar el campeonato.

Éxito: Ganar el campeonato.

Fracaso: No llegar a la Final a 4.

William Byron:

    El campeón de las Xfinity Series en 2017 tuvo un año extraño: empezó bien, con dos victorias en las primeras ocho carreras, las mismas que en las 144 carreras que había disputado en las Cup Series con anterioridad; pero sólo sumó un top-10 en el resto de 18 carreras de la temporada regular. Sin embargo, fue empezar los playoffs y se transformó, con cuatro top-10 seguidos. Sin embargo, luego se volvió apagar y fue eliminado en la Ronda de 8.

    El problema de Byron es que no termina de explotar y no termina de definirse como piloto: en 2021 ganó sólo una carrera pero fue bastante constante (20 top-10) pero el año pasado ganó un par de veces pero sin ser regular (sólo 11 top-10). Es un piloto que tiene potencial y que está llamado a grandes cosas pero no se ha convertido hasta ahora en alguien capaz de pelear por el campeonato, ya que ni es extremadamente regular ni, sobre todo, tiene la capacidad para ganar muchas veces a lo largo de un año.

    Es por ello por lo que este año es clave para él. Debe dar un paso adelante y convertirse en un piloto de primera línea, así como dejar de ser un simple complemento que en un día bueno puede ganar una carrera y, si encadena algo de momentum, profundizar en los playoffs. Tiene que conseguir pasar de ser un piloto de una victoria por año a uno de varias por temporada y capaz de pelear hasta el final por el campeonato, algo así como lo que hizo Blaney en 2021.

Byron, corriendo en Phoenix
Foto de Getty Images

Objetivo: ganar varias carreras y llegar a la Ronda de 8.

Éxito: Llegar a la Final a 4.

Fracaso: seguir anclado: ganar una sóla carrera y no llegar a la Ronda de 8.

Alex Bowman:

    No le fueron muy bien las cosas a Alex Bowman en 2022. Estaba necesitado de hacer una buena temporada para ganarse la confianza de su patrocinador, Ally, el más grande que queda en el deporte, y pese a que ganó ya en la tercera carrera del año, luego se apagó (algo habitual, es un piloto muy irregular) y, cuando estaba en disposición de arreglar un año hasta entonces mediocre, en la primera carrera de la Ronda de 12, tuvo un accidente que le provocó un traumatismo craneoencefálico leve que le dejó sin correr hasta la última carrera del año. Para rematar, su jefe de equipo se retira y tendrá que empezar a trabajar con alguien nuevo en el que es el último año de contrato de Ally como patrocinador.

    Es esencial para Bowman hacer frente a todas estas adversidades, como la pérdida del jefe de equipo con el que había trabajado desde que es piloto de HMS (incluso desde cuando era un sustituto del lesionado Earnhardt Jr. en 2016); o también el problema del traumatismo craneoencefálico, aunque en un principio, si ya corrió en la final de Phoenix, se supone que está totalmente recuperado.

    Y es esencial por el hecho de que este es el último año de contrato de Ally como patrocinador de Hendrick Motorsports, el cual aporta una gran cantidad de dinero al equipo, la mayor de hecho, ya que es un contrato que se firmó cuando Johnson era el piloto de ese coche. Por tanto, Bowman tiene que darle motivos a Ally para que siga apostando por él, ya que es beneficioso en primer lugar para él, puesto que si no lo hace su asiento puede peligrar, pero también para el equipo, ya que ya tiene un coche sin patrocinadores (el #5 lo patrocina la propia empresa de Hendrick). Nada mejor como varias victorias (en 2021 ganó cuatro, una buena cifra) y pelear por el campeonato hasta el final, pero para ello deberá de dejar de ser tan irregular como ha sido hasta ahora.

Alex Bowman, corriendo en Kansas
Foto de Getty Images

Objetivo: ganar múltiples carreras y llegar a la Ronda de 8.

Éxito: Llegar a la Final a 4.

Fracaso: No ganar carreras y/o no llegar a la Ronda de 8.