El extraño caso de Cole Custer

Samuel Mateo Giménez

    Si, al menos hasta el momento, redactásemos un listado de pilotos cuyo rendimiento está decepcionando en la NASCAR Cup Series, ése perfectamente podría estar encabezado por Cole Custer. El californiano llegó a la máxima división de NASCAR como una de las mayores promesas de las Xfinity Series, y pese a que su primer año fue bueno, o aceptable para lo que suelen hacer los novatos, desde que arrancó la temporada de 2021 ha estado prácticamente desaparecido.

    En efecto, el año pasado, el piloto de Stewart-Haas Racing acabó la temporada en 28ª posición, siendo el sexto peor clasificado de los pilotos a tiempo completo, y pese a que este año se esperaba que mejorase, dicha mejor ha sido muy leve, pues actualmente está posicionado en 26ª plaza.

    Todo ello resulta muy extraño dado que, como decíamos, en las Xfinity Series rindió a un nivel excelso, por lo que, para entender a qué se debe un rendimiento tan pobre, hay que descartar la hipótesis de que no estuviese preparado para correr a tan alto nivel, como sucedió con Anthony Alfredo y como está sucediendo con Harrison Burton.

Custer debe mejorar
Foto de Getty Images

    Conforme han ido pasando las temporadas, Custer se ha ido quedando atrás respecto a sus ''compañeros de promoción'', Tyler Reddick y Christopher Bell. Esto se puede comprobar tan sólo observando los datos de unos y otros. En la temporada de 2019 de las Xfinity Series, Custer, en 33 carreras, sumó siete victorias (21,2% de victorias por carrera disputada), sumó 17 top-5 (51,5%) y 24 top-10 (72,7%), y tuvo una posición media de llegada de 9º. Por su parte, Christopher Bell sumó ocho victorias (24,2%), 20 top-5 (60,6%) y 21 top-10 (63,6%), teniendo una posición media de llegada de 9,1º. Finalmente, Tyler Reddick obtuvo seis triunfos (18,2%), 24 top-5 (72,7%) y 27 top-10 (81,8%), terminando con una posición media de llegada de 6,3º. Como podemos ver, todos tienen números muy similares, destacando algunos en determinadas facetas y otros en otras pero con sólo una pequeña ventaja sobre sus competidores.

Custer, corriendo en las Xfinity Series
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    La temporada siguiente, en la que todos dieron el salto a las Cup Series, Custer fue el novato del año, acabando 16º con una victoria, dos top-5 (5,6%) y siete top-10 (19,4%), teniendo como posición media de llegada un 19,2º. Por su parte, Bell, pese a que no sumó victorias, sumó la misma cantidad de top-5 y top-10, y su posición media de llegada fue de 20,3º. Mientras, Reddick, sin victorias también, sumó tres top-5 (8,3%) y nueve top-10 (25%), con una posición media de llegada de 17,5º. Como podemos ver, Custer tuvo mejores números que Bell (lógico dado que Bell corrió ese año en Leavine Family Racing, un equipo bastante peor que Stewart-Haas Racing), si bien fueron peores, salvo en el apartado de victorias, que los de Reddick. Ahora bien, de nuevo los tres pilotos hacían números similares.

Custer, corriendo en Phoenix, en 2020
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    Sin embargo, en 2021 cambió todo. Bell, ya en Joe Gibbs Racing, ganó una carrera (2,8%), sumó siete top-5 (19,4%) y 16 top-10 (44,4%), teniendo una media de llegada de 15,8º. Reddick, quien no ganó carreras, sumó tres top-5 (8,3%) y 16 top-10 (44,4%), con una media de llegada de 15º. Como vemos, los números de Bell y Reddick vuelven a ser similares, como en los dos años anteriores. Sin embargo, Custer se quedó atrás, pues ni ganó ni acabó entre los cinco primeros en alguna carrera, y sólo acabó en dos ocasiones entre los diez primeros (5,6%). Su posición media de llegada fue de 21,3º. 

Custer, corriendo en 2021
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    En el balance de Custer con sus compañeros de equipo también podemos ver como el californiano se ha quedado estancado. Así, en su año debut, Custer representó el 10% de las victorias del equipo (una de las diez que sumó SHR), el 6,66% de los top-5 del equipo (dos de los 30 que sumó SHR) y el 10,93% de los top-10 (siete de los 64 que sumó el equipo). Sin embargo, en 2021, su representación en las victorias y en los top-5 fueron del 0%, ya que no sumó nada de ello, mientras que en los top-10 fue del 5,71% (dos de los 35 que sumaron en total los cuatro pilotos).

    Está temporada está siendo más de lo mismo. Custer ha sumado, en las primeras diez carreras, cero victorias (0%), cero top-5 (0%) y cero top-10 (0%), mientras que su posición de llegada es de 22,2°. Mientras, Bell, sin tener una temporada espectacular, todo sea dicho, acumula 1 top-5 (10%) y cuatro top-10 (25%), y su posición media de llegada es de 18,7°. Por su parte, Reddick suma tres top-5 (30%), cuatro top-10 (10%), y su posición media de llegada es de 17,3°.

Custer, corriendo en COTA
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    En cuanto a los pilotos de SHR, todos ellos han superado a Custer, quien, como decíamos, ni ha ganado una carrera, ni ha acabado en el top-5 ni en el top-10. Por contra, Briscoe acumula una victoria, dos top-5 y tres top-10, mientras que Almirola y Harvick, que no han ganado todavía, sí que han sumado un top-5 y cuatro top-10. Así, Almirola es 10°, Harvick 11° y Briscoe 12°, mientras que Custer es 26°. En cuanto a las posiciones medias de llegada, la de Briscoe es de 17,9°, la de Almirola es de 13,5°, y la de Harvick es de 14,7°. Mientras, la de Custer, como decíamos, es de 22,2°, es decir, Custer es el único piloto que pasa de la vigésima posición en su media de llegada.

    Resulta cuanto menos curioso que Custer rinda tan mal últimamente en las Cup Series, pues demostró estar preparado para dar el salto y tuvo un año debut a la altura de los de otros buenos pilotos como Bell y Reddick, pero mientras éstos han ido mejorando, él ha empeorado, del mismo modo que está siendo superado por sus compañeros de equipo, y lo peor de todo es que no hay una causa lógica para explicar esta pérdida de rendimiento.

Custer, corriendo en Martinsville, este año
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    En primer lugar, hay que descartar la falta de talento pues, como decíamos, ha demostrado ser muy rápido siempre en las Xfinity Series (sin ir más lejos, este año ha corrido una carrera y la ha ganado) y sus números en su año debut fueron ''buenos'', incluso mejores que los que venían haciendo novatos de años anteriores.

    En cuanto al equipamiento, la caída de rendimiento generalizada de Stewart-Haas Racing obviamente iba a hacer que sus números de 2021 fuesen peores que las de 2020, pero esto no justifica todo el desastre, pues Custer fue derrotado por sus tres compañeros de equipo. Es lógico que le supere Harvick, que es uno de los mejores pilotos de la parrilla, pero lo que no es justificable es que le gane Briscoe, que el año pasado era debutante y, a lo largo de su carrera, siempre ha demostrado que le costaba un tiempo, a veces una temporada completa, de desarrollar todo su potencial. Custer debería haberle ganado ampliamente, e incluso también a Almirola, pero, por el contrario, tanto el de Tampa como el de Indiana le derrotaron con relativa facilidad.

Custer, corriendo en Bristol
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    Por otro lado, podría decirse que le afecta la presión de tener que pilotar en uno de los equipos más fuertes de la parrilla (al menos hasta 2020 lo eran), pero no hay que olvidar que su padre es Joe Custer, el presidente de Stewart-Haas Racing, es decir, el número tres en el escalafón del equipo, sólo tras los copropietarios del mismo, Gene Haas y Stewart-Haas Racing, es decir, que tiene el asiento garantizado, y no debería verse afectado por la presión, pues en el seno del equipo, que es lo importante, nadie le cuestiona. 

    En conclusión, el caso de Custer es extremadamente complejo, pues tiene talento, un equipamiento bastante bueno y no está presionado internamente, pero aún así rinde bien. Resulta muy complicado encontrar una razón a su mal rendimiento. Quizás le cueste conducir coches de las características de los de las Cup Series y se sienta más cómodo con los de las Xfinity Series, que acuse la presión externa al equipo (aficionados, prensa...), que la necesidad de tener resultados le haga cometer errores, etc., pero necesita revertir la situación urgentemente y mejorar sus prestaciones. La pole en Bristol Dirt fue algo positivo, pero va a necesitar mucho más para ser alguien relevante en el deporte.