Análisis del fichaje de Ty Dillon por Petty GMS Racing

Samuel Mateo Giménez

    Hace semanas, Maurice Gallagher, el fundador y copropietario de GMS Racing, equipo que principalmente destina sus recursos a la NASCAR Truck Series y las ARCA Menards Series, anunció que había comprado la mayor parte del equipo Richard Petty Motorsports.

    De este modo, GMS Racing se hace con los dos chárter que tenía el equipo del Rey, pasándose a denominar esa estructura como Petty GMS Motorsports. Mientras que en el coche #43, el que ya tenía RPM, se mantiene su piloto Erik Jones, el #42 será para Ty Dillon, que ya había sido designado como el piloto de GMS Racing cuando este equipo tenía planeado correr en solitario, antes de comprar Richard Petty Motorsports.

Ty Dillon ha sido fichado por Petty GMS Racing
Foto de NASCAR Digital Media LLC

    De este modo, desde SENNA analizamos qué es lo que puede aportar el menor de los hermanos Dillon a este nuevo e ilusionante proyecto de Petty GMS Motorsports:

1. Piloto de perfil medio.

    Ty Dillon es un piloto que quizás no es ningún talento generacional extraordinarios, pero que tampoco es un piloto de bajo nivel. Responde al perfil de piloto de nivel medio, que cumple los objetivos básicos del equipo y que rara vez se mete en problemas en la pista, alguien al que confiarle un coche y que te lo lleve a meta en una más que aceptable posición.

    Eso sí, no hay que esperar maravillas al volante, pues a fin de cuentas en tres años corriendo a tiempo completo en las Xfinity Series y un cuarto en el que compitió en la mayoría de las carreras sólo sumó una victoria en un equipo altamente competitivo como RCR. Por tanto, las expectativas no deben ser extremadamente altas.

Ty Dillon, corriendo en 2020 con Germain Racing
Foto de Getty Images

2. Rendimiento inmediato.

    En efecto, Ty Dillon debería aportar un rendimiento óptimo inmediato al equipo, pues se trata de un piloto que, a pesar de ser todavía relativamente joven (tiene 29 años), ya ha corrido más de 160 carreras en la NASCAR Cup Series y ha sido piloto a tiempo completo durante cuatro temporadas en dicha categoría.
    
    Además, también ha disputado más de 150 carreras en la NASCAR Xfinity Series y más de 50 en las Truck Series. Así pues, la experiencia que ha acumulado a lo largo de los últimos diez años le debería servir para no tener que pasar por un proceso de adaptación a la competición, de modo que desde el primer momento debería mostrar su mejor versión en cuanto a pilotaje.

Dillon, corriendo en Road America en 2021
Foto de Getty Images

3. Donde mejor rinde es en circuitos intermedios.

    Con total seguridad, los circuitos en los que mejor rendimiento ha obtenido a lo largo de su carrera han sido los grandes circuitos ovales. De hecho, las cuatro victorias que acumula en las series nacionales de NASCAR han llegado en este tipo de pistas, pues las tres victorias en las Truck Series llegaron en Atlanta, Texas y Kentucky, circuitos de milla y media todos ellos, y el único triunfo que tiene en las Xfinity Series fue en la versión oval de Indianápolis, de 2,5 millas.

    Se trata de una circunstancia poco favorable para él, pues NASCAR está llevando a cabo una política de reducción en la importancia de este tipo de circuitos en el calendario, ya sea sustituyéndolos por otras versiones del trazado (como Indianápolis), por otros circuitos (Kentucky y Chicagoland ya no celebran carreras) o modificándolos notablemente para cambiar las características del circuito (casos de Fontana y Atlanta).

Dillon, tras ganar en Texas, en 2013
Foto de Associated Press

4. Muy pocos accidentes.

    Uno de los aspectos a los que más importancia le damos a la hora de valorar o analizar un fichaje, sobre todo si se trata de un equipo modesto o de nueva creación, es la capacidad del piloto en cuestión de no tener accidentes, pues estos equipos deben rodar lo máximo posible para ir recabando datos que les ayuden a mejorar, además de que los accidentes pueden llegar a comprometer las arcas de equipos que no tienen muchos recursos.

    En este sentido, la contratación de Ty Dillon es todo un acierto. En las cuatro temporadas en las que estuvo de piloto a tiempo completo en las Cup Series (2017-2020) sólo tuvo nueve abandonos por accidente (dos en su año debut 2017, cuatro en 2018, ¡ninguno! en 2019 y tres en 2020).

    Los datos son bastante buenos, pero adquiere mayor relevancia cuando vemos que, en el mismo lapso de tiempo, el que será su compañero de equipo, Erik Jones, tuvo 17 abandonos por accidente (ocho en su año debut 2017 y tres en cada una de las tres siguientes temporadas).

Ty Dillon, en Daytona, con Gaunt Brothers Racing
Foto de Getty Images

CONCLUSIONES FINALES

    En conclusión, podemos decir que el fichaje de Ty Dillon supone la contratación de un piloto que quizás no lleve el equipamiento del que dispone al máximo rendimiento posible, pero que precisamente por eso también evitará algunos riesgos que le puedan inducir a cometer errores de bulto que se salden con un accidente.

    Así las cosas, la lucha de Ty Dillon debería ser con su propio compañero de equipo y otros pilotos de otras escuderías como Front Row Motorsports, Trackhouse Racing Team, JTG Daugherty Racing, Wood Brothers Racing o Kaulig Racing por acabar lo más alto posible en la zona media, aunque ahora mismo lo más probable es que luche por acabar entre los 25 primeros de la general.

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