La estrella más brillante del firmamento

Samuel Mateo Giménez

    Kyle Larson sigue en racha. Después de ganar en las 600 Millas de Charlotte y en Sonoma, el de California se ha anotado su segunda victoria en la Carrera de las Estrellas de NASCAR, la segunda consecutiva para él (la ganó en 2019 y no corrió en 2020 debido a la sanción de NASCAR). Así las cosas, Larson se sigue consagrando como el, probablemente, mejor piloto de América, capaz de ganar en todo tipo de circuitos con todo tipo de coches, pues tras ganar ponía rumbo a Ohio para correr en sprint cars.

Larson, en el Victory Lane
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All-Stars Open:

    Antes del All-Stars tuvo lugar el Open, la penúltima oportunidad de los pilotos que no han llegado a la Carrera de las Estrellas de clasificarse (la última es el voto de la afición). En dicha carrera, Ross Chastain certificó su pase ganando el primer tramo, mientras que Tyler Reddick hizo lo propio ganando el segundo.

    Finalmente, Aric Almirola ganó el último tramo, sacando su billete para el All-Stars. El último pase para la carrera de las estrellas fue para Matt DiBenedetto, que accedió a la prestigiosa carrera gracias al voto de la afición. 

Almirola ganó el Open
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All-Stars:

    Ya en la Carrera de las Estrellas, Kyle Larson demostró su velocidad, pues ganó la primera ronda de la carrera. Tras esta se invirtió el orden de los doce primeros antes de un nuevo relanzamiento. Dicha inversión dejó en primera línea a Ryan Blaney, que acabó ganando la segunda ronda.

    Se volvió a invertir la parrilla y esta vez fueron Aric Almirola y Matt DiBenedetto los que relanzaron al frente. Sin embargo, fue Alex Bowman el que se quedó la primera plaza y acabó ganando la tercera ronda, antes de invertir de nuevo la parrilla, aunque en esta ocasión sólo a los nueve primeros.

Bowman ganó la tercera ronda
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    Relanzaron William Byron y Christopher Bell al frente, y el de Hendrick Motorsports ganó la cuarta ronda, aunque Larson ya asomaba de nuevo la oreja, pues acabó segundo. La velocidad de los coches de Rick Hendrick era patente, pues Chase Elliott ganó la quinta ronda, donde lo más destacado fue un trompo de Chastain.

    En la sexta y definitiva ronda, Kyle Larson adelantó a sus predecesores Chase Elliott, William Byron y Ryan Blaney para ponerse líder, y lo recuperó tras perderlo momentáneamente frente a Keselowski. 

    Finalmente, Larson fue capaz de mantenerlo y sumó su segunda victoria en el All-Stars, sumando los 900 mil dólares de premio a su cuenta bancaria. Los 100 mil con los que se premiaba a la mejor parada en boxes fue para el equipo del coche nº9 (Chase Elliott).

Larson, celebrando su victoria
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    Brad Keselowski llegó segundo a meta a sólo 0,2 segundos de Larson, mientras que Elliott, Logano y Blaney completaron el top-5. También entre los diez primeros llegaron Bowman, Byron, Almirola, Kyle Busch y su hermano Kurt Busch.

La parada de Elliott fue la mejor
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