El grotesco veto de Ford a Kyle Larson

Samuel Mateo Giménez

    La sanción de NASCAR a Kyle Larson el año pasado dejó, tras su despido de Chip Ganassi Racing, una situación en la que uno de los mejores pilotos de la parrilla se encontraba sin asiento y libre para firmar con cualquiera que se lo propusiese.

    Rápidamente, Tony Stewart, dueño de Stewart-Haas Racing, se ofreció a Larson para darle un asiento para la temporada de 2021, pues así lo manifestó el propio Stewart, quien dijo que estaría dispuesto a ficharlo en cuanto NASCAR le levantase la sanción, utilizando como principal baza para convencer a Larson el hecho de eliminar el cupo máximo de carreras en tierra que podría correr Larson, un cupo que tuvo en años anteriores en Chip Ganassi Racing.

    Así, en verano, parecía que Larson sería el fichaje estrella de Stewart-Haas Racing, que para entonces era el mejor equipo de NASCAR, y tendría como jefe a Tony Stewart, un piloto de intereses similares a los de Stewart (ambos son apasionados de las carreras sobre tierra).

Larson, tras ganar una carrera de World of Outlaws
Foto de Getty Images

    Es por ello por lo que la aparición de Hendrick Motorsports y la contratación de Larson por parte de este equipo ante la pasividad de Stewart-Haas Racing llegó a ser tan sorprendente. Meses después se supo que SHR no había fichado a Larson porque Ford, el constructor con el que trabajan los de Kannapolis, le había vetado, mientras que Chevrolet, la marca que se lo había puesto en un principio, lo había levantado, permitiendo al equipo de Rick Hendrick la contratación de Larson.

    Así las cosas, ahora, transcurridas las 16 primeras carreras del año, se ha confirmado lo que para muchos no era nada sorprendente, y es el hecho de que Kyle Larson es uno de los contendientes al campeonato más serios de la presente temporada, además de ser un piloto muy completo, pues apenas 24 horas después de ganar las 600 Millas de Charlotte ganó una carrera de World of Outlaws, donde el año pasado ganó la mitad de las carreras que corrió.

Larson, corriendo en Sonoma, donde ganó
Foto de Getty Images

    Desde luego, nadie puede sorprenderse con el nivel de Larson, pues es similar al que tuvo en Chip Ganassi Racing allá por 2017, año en el que ganó cuatro carreras y acabó tercero en la temporada regular con un equipo que no es ni de las cuatro mejores organizaciones de la parrilla. 

    Por tanto, contratar a Larson como agente libre era una oportunidad que Ford no podría dejar escapar, y sobre todo viendo como Chevrolet le está superando ampliamente, y como los equipos que utilizan como coche a Ford están teniendo problemas para sumar victorias (4, por las 7 de Chevrolet, siendo dos de las cuatro victorias de Ford en Superspeedway)

Larson, corriendo en Bristol
Foto de Getty Images

    En definitiva, Ford cometió un serio y ridículo error vetando a Kyle Larson, que cuando está al 100% puede ser de los cinco mejores de la parrilla, como poco, y con ello ha sacrificado el gran éxito que hubiese tenido Larson con la marca del óvalo azul, habiendo preferido que dicho éxito lo haya tenido con su máximo rival en la industria, General Motors, concretamente con Chevrolet. Lo dicho, un grotesco error por parte de Ford, que seguramente se esté arrepintiendo ahora mismo.

Larson, camino de ganar la Coca Cola 600
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