Una maravillosa vuelta a los orígenes

Samuel Mateo Giménez

    El pasado fin de semana, después de 50 años sin hacerlo, la NASCAR Cup Series tuvo una carrera sobre tierra, celebrada en el Bristol Motor Speedway del Estado de Tennessee. La carrera fue de las más esperadas del año por los aficionados, y consiguió buenos números de audiencia teniendo en cuenta que fue una carrera pospuesta de un domingo al mediodía  a un lunes por la noche (más de 3 millones de espectadores, cuando esas carreras extrañamente llegan al millón, como la de Texas de 2019, con 500.000 espectadores).

Imagen de la carrera del domingo
Foto de Getty Images

    El éxito fue tal que ni siquiera había terminado la carrera cuando se confirmó en el video marcador que la carrera primaveral del Último Gran Coliseo del  año que viene también será sobre tierra. La carrera de Bristol tuvo todo lo que se le puede pedir a una carrera de NASCAR.

Bristol Dirt regresará en 2022
Foto de Getty Images

    En primer lugar, estuvo muy igualada, resolviéndose en un relanzamiento final de dos vueltas bajo bandera verde, la conocida como Overtime. En segundo lugar, tuvo drama, como el pinchazo de Martin Truex Jr. en ese relanzamiento final, el cual dejó a uno de los mejores pilotos del domingo (y de la parrilla, en general) sin conseguir un buen resultado que sin duda se había ganado.

    También tuvo numerosas batallas en paralelo y los típicos accidentes que tanto caracterizan a esta competición, como el que vivió Aric Almirola, que fue golpeado en apenas diez metros por Shane Golobic, Anthony Alfredo y Corey LaJoie. 

    Finalmente, tuvo un resultado sorpresa, pues los dos favoritos para ganar la carrera, Kyle Larson y Christopher Bell, perdieron sus opciones de ganar debido a que chocaron el uno contra el otro (más drama), lo cual abrió la puerta a que otros pilotos sorprendiesen consiguiendo rodar en cabeza.

    Uno de ellos fue Daniel Suárez, que lideró más vueltas que nunca en una sóla carrera. El mexicano ha iniciado un nuevo proyecto este año con el equipo de nueva creación Trackhouse Racing Team. Sin serlo ni estar cerca a ello, su carrera del domingo recuerda a aquellas de la NASCAR del siglo XX en las que alguien llegaba de buenas a primeras, participaba en una carrera y se codeaba con los pesos pesados del deporte. 

    Por todo ello, se puede afirmar que la carrera en Bristol Dirt fue un gran acierto por parte de NASCAR y, sobre todo, de FOX, que fue la que presionó a NASCAR para que se decidiese a incluir en el calendario una carrera sobre tierra.

Las Truck Series, en Bristol
Foto de Getty Images

    Es por ello por lo que, desde SENNA, afirmamos que la voluntad de muchos aficionados de que aumente el número de citas en la superficie terrosa es uno de los puntos que NASCAR debería tener muy en cuenta a la hora de confeccionar su calendario.

    Después del gran acierto de incluir más circuitos ruteros (hasta siete + el Clash en 2021 por las tres carreras programadas desde 2018 hasta 2020), más la más que posible inclusión de circuitos en ciudades (las Pro Invitational Series serán un banco de pruebas de un circuito callejero de Chicago, que estará si nada se tuerce en el calendario de 2022), creemos que NASCAR debe incluir más carreras en tierra.

    No hablamos de tener la mitad del calendario en circuitos de tierra, como sucedía en la década de los '50, sino de sumar dos o tres fechas en sustitución de circuitos que están duplicados en el calendario y cuyas carreras no son ni la mitad de divertidas para los aficionados que las de Bristol Dirt.

Logano ganó la carrera del domingo
Foto de Getty Images

    Hablamos de circuitos tales como Kansas o Atlanta, que constan de dos fechas en el calendario, y que desde se corre en ellos con el terrible paquete de reglas de 550 caballos y alta carga aerodinámica producen carreras bastante mediocres en las que tener o no tener aire limpio decide quien gana (véase Atlanta 2020, cuando Busch y Truex no pudieron con Harvick porque el de Bakersfield les echaba aire sucio; la segunda carrera de Kansas de 2020, donde esta vez Harvick fue la víctima y Logano el beneficiado; o la última carrera en Atlanta, hace dos semanas, cuando Larson tenía ocho segundos de ventaja pero acabó perdiendo porque Logano le echó aire sucio y Blaney redujo el hueco con su aire limpio).

    Obviamente, no hablamos de sustituir la carrera de los playoffs, pero habiendo una ya en ellos, la carrera de primavera que se celebra en Kansas no es muy importante. Lo mismo sucede con Atlanta, que venía teniendo (hasta este año que tendrá dos) una sola cita en el calendario y que estaba muy bien así.

    En su lugar se podría incluir una carrera en Eldora Speedway, reconciliación Tony Stewart-NASCAR mediante, un circuito de tierra de verdad, que ha ofrecido carreras divertidísimas en las Truck Series. También se podría incluir el circuito de Knoxville, que este año acogerá una carrera de las Truck Series. Correr en el trazado de Knoxville sería muy bueno para suplir la expulsión del calendario de Iowa Speedway, y además se trata del Estado natal de varios pilotos que corren actualmente, como Michael Annett, Landon Cassill o el campeón de 2018 de las Truck Series, Brett Moffitt. 

Así de apretado fue el final en Eldora en 2018
Foto de Getty Images

    Por todo ello, concluimos reiterando nuestra voluntad de que NASCAR incluya más carreras en tierra, en circuitos como Eldora o Knoxville, que son circuitos de tierra de verdad, en sustitución de carreras en circuitos que tienen una segunda fecha en la segunda parte de la temporada (Las Vegas, Kansas...) o de otros que han visto incrementado su número de carreras sin que la acción en pista allí sea extremadamente divertida (Atlanta).

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